18 May Las modas del café
En 1992 abrimos el primer Il Caffè di Francesco en la calle Consell de Cent de Barcelona. Sigue abierto y continúa sirviendo buen café.
Justo después, hubo un brote de cafés en Barcelona, brotaban como setas. Se parecían al que acabábamos de inaugurar. Bueno, en realidad yo diría que eran calcados. Todo el mundo vio que la idea era buena, aunque no supieran muy bien cuál era la esencia de lo que estaban copiando. Que si de Roma, de Jamaica, de Sebastopol … de donde hiciera falta, se abrían nuevos Cafés.
Actualmente quedan muy pocos. No entendieron que la clave no era la nueva decoración, el nuevo estilo, ni nada de lo nuevo. La clave era el café. Lo sigue siendo, a pesar de lo que ha cambiado el mundo en los últimos treinta años.
Y un día llegó Starbucks. La gran multinacional americana de los cócteles con aroma de café, que sin ni una pizca de vergüenza llaman café. Tienen muchos recursos, y como Barcelona es una especie de banco de pruebas mundial, fueron abriendo locales y más locales. Y ahí siguen, seguramente por muchos años más. Como Il Caffè di Francesco, que a pesar de tenerlos cerca, seguimos sirviendo nuestros clásicos cafés de autor del norte de Italia. Por cierto, ¡sabíais que los Starbucks no abrieron su primer local en Italia hasta 2018!? Allá donde hay buen café les cuesta más imponerse. Solo con buen café puedes resistir la invasión del «no-café».
Siguiente capítulo: desde hace pocos años el café de especialidad es el nuevo mantra. Es curioso, porque justo en Barcelona siempre ha habido grandes tiendas de venta de café de origen, dirigidas por muy buenos conocedores del café. Pocos, pero que sabían del difícil oficio de elegir cafés, saber cómo tostarlos, cómo tomarlos … Pero de repente, el oficio dejó de ser complejo, porque empezaron a abrir estas tiendas donde puedes tomar y comprar café, siempre único y muy especial. A menudo, incluso, ecológico. Adaptados a las tendencias actuales en las que todo el mundo sabe de todo, y surgen amantes y degustadores del café debajo de las piedras, siempre dispuestos a ofrecer nuevas experiencias. Como no somos futurólogos, no sabemos decir qué quedará de todo esto en unos años.
En Il Caffè di Francesco, seguimos con nuestro buen café. Nos esforzamos en hacerlo bien para cualquier persona que simplemente quiera tomar un café, disfrutarlo y que le deje buen sabor de boca. Un café espresso. De toda la vida. Ya pueden ir llegando modas y tendencias, que el café bien hecho siempre tendrá un lugar donde haya gente que sepa apreciarlo.